lunes, 22 de mayo de 2017




GÉNESIS 2:1-10.- Una cruel sentencia de Faraón, rey de Egipto, estableció que a todo varón judío nacido se le quitara la vida. Jocabed, valientemente logra ocultar a su recién nacido Moisés, de la muerte hasta los tres meses; pero no pudiendo hacerlo más, ideó un plan para entregarlo en manos de Dios. Fue así como hizo una cesta impermeable para colocarlo y llevarlo al río, dejando a su hija cerca para que velara por él. La hija de Faraón vio la cesta, la abrió y encontró a Moisés, llamado así por haber sido sacado del agua. La hija de Jocabed se acercó y le dijo que había alguien que podía amamantarlo, ella busco a su madre, la cual tuvo la dicha de cuidarlo, amamantarlo, criarlo y además recibió una gratificación por hacerlo.

Moisés fue uno de los más grandes hombres de todos los tiempos, recibió una excelente educación por ser hijo de  la hija de Faraón. Su verdadera madre le enseñó los principios de la vida de Dios, lo cual lo llevo a decidirse a defender a su pueblo.

Que importante es cuidar nuestros hijos del peligro que les acecha y educarlos cuando nos corresponde hacerlo: no sólo su vida física, sino su vida emocional, intelectual y espiritual. Levantemos nuestros ojos y hagamos lo que nos corresponde hacer, lo demás lo hará Dios. Enseñemos a nuestros hijos de tal manera que ninguna educación contraria cambie los principios establecidos en el hogar.

Que Dios nos ayude a ser mujeres sabias.



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Pastora Migdalis de Faneite

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lunes, 15 de mayo de 2017



Esta mujer se propuso usar sus atributos físicos y su posición para hacer caer a José; y luego valiéndose de su astucia por el rechazo de este joven íntegro, decide vengarse por lo que ella consideró un desprecio a sus pretensiones. Aunque ella logro su cometido al difamarlo y lograr que lo encarcelaran, sin embargo no pudo destruir los planes que Dios tenía para José.

No pensemos que con nuestros atributos físicos o nuestra posición podemos lograr lo que se nos antoje; usémoslos para cumplir el propósito de Dios y no nuestras pretensiones.

Que Dios nos ayude a ser mujeres sabias.


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martes, 9 de mayo de 2017




Rebeca e Isaac, estaban divididos en cuanto al trato a que les daban a sus hijos, lo cual trajo como consecuencia un complot de Jacob con su madre para engañar al anciano Isaac y así obtener la bendición que le correspondía a Esaú, el hermano mayor. GÉNESIS 27:5-17

Hay decisiones que solo le pertenecen a Dios y no a nosotros, como mujeres sabias debemos entender que Dios tiene un plan perfecto para cada uno; y que de ninguna manera podemos intervenir para adelantarlo o atrasarlo porque empeoramos los resultados del mismo. De igual forma debemos promover en nuestro hogar un ambiente de unidad y armonía, no de división.


Que Dios nos ayude a ser mujeres sabias.


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Pastora Migdalis de Faneite
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